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31 de mayo de 2021 in Lesiones

Aprendiendo sobre el dolor

Sabemos que el dolor está muy presente en nuestra sociedad actual, y es frecuente conocer a personas cercanas que lo padecen. Pero realmente conocemos ¿qué pasa en nuestro cuerpo cuando tenemos dolor?

Tradicionalmente el dolor estaba asociado a la cantidad de daño estructural y de los tejidos involucrados, este modelo está obsoleto ya que es el cerebro que recibe diferentes señales sensoriales y llega a la conclusión de que hay una amenaza y por ende estamos en peligro o no.

El dolor es multidimensional, determinado no solo por el daño tisular y la nosiocepcion (función primaria del sistema nervioso sensitivo que informa sobre existencia o la amenaza de una lesión) sino también por la creencias personales, las experiencias  personales y dolorosas previas, la personalidad, el afecto, las motivaciones, el medio ambiente y las relaciones interpersonales.(1)

En el artículo publicado en la vanguardia aproximadamente un año la fisioterapeuta y experta en síndromes de sensibilización central, en el hospital vall d´ Hebrón  Mayte Serrat recuerda que como la evidencia científica  ha demostrado que el ejercicio físico incide positivamente sobre el dolor y la calidad de vida. (2)

La especialista también nos insta  y recomienda conocer, aprender y educarse sobre la neurociencia  del dolor.

Para ello, repasamos algunos aspectos importantes:

  1. El dolor es un fenómeno que engloba varias esferas: la biomédica, psicológica y la social. Cada persona vive de manera completamente diferente e individual.
  2. Sentir dolor no siempre significa que existe un daño o lesión. Podemos sentir dolor sin daño (ver como nuestro hijo cae y se lastima nos puede hacer sentir dolor, por ejemplo) y también tener daño sin dolor.¿ alguna vez te has hecho un cardenal y no recuerdas cuándo?
  3. La intensidad del dolor no está relacionada con la cantidad de daño que hayan podido sufrir los tejidos. Un mismo golpe, ¿duele siempre lo mismo? Los puntos tras una cesárea ¿duele igual a todas las mujeres?
  4. Siempre es el cerebro quien decide si genera o no dolor si cree que esta bajo una amenaza, y lo decidirá en función de muchas variables: contexto, experiencias previas, memoria, emociones, etc. ¿crees que un esguince de tobillo te hará el mismo daño si te impide irte de viaje a tus vacaciones soñadas que a un trabajo que no te gusta y en el cual desearías no tener que estar? ¿Has pensado alguna vez en esas tribus que se clavan objetos en la piel y no les duele?
  5. En conclusión, el dolor lo genera el cerebro, no está en los tejidos. En el cuerpo tenemos sensores de peligro que son los que envían distintas señales al cerebro. El cerebro usara esa información y otras para decidir si “activa el programa del dolor o la fatiga”o no lo hace.
  6. El cerebro siempre reacciona para ayudarnos y generar dolor y/o fatiga porque realmente cree que está en peligro, aunque no lo estemos de verdad. Intentar entender que le pasa a tu cerebro y que está causando el dolor es el primer paso para la mejoría. “no dejes que el dolor sea la guía de tu vida y condicione todo lo que podrías hacer”.
  7. Aunque el dolor se genere en el cerebro, siempre es real, no se lo provoca nadie conscientemente, no se inventa, no es producto de la imaginación de quien lo vive y padecerlo no significa que tengamos un problema psicológico. “es un grave error pensar así”.
  8. Las personas no son culpables de nada, no se han “creado” el dolor ni se lo han autogenerado. Pero si es recomendable responsabilizarse e implicarse en el tratamiento con estrategias activas.

Concluyendo con este articulo y con la información expuesta anteriormente podríamos decir que conocer sobre nuestro dolor, lesión o enfermedad, nos beneficiaria y nos daría un punto de partida para poder responsabilizarnos de manera activa frente al dolor, entendiendo que es nuestro sistema el que nos condujo a este estimulo doloroso y es el sistema que nos puede dar las  herramientas necesarias para cambiar el modo de percibir nuestro dolor y de esta manera reducir y calmar nuestro nivel de protección y amenaza.

  1. Zamorano, E., movilización neuromeningea tratamiento de los trastornos mecanosensitivos del sistema nervioso. Ed. panamericana.(2013)
  2. Carmona R, (22/04/2020) “dolor y confinamiento”. La Vanguardia

 

 




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Maximiliano Gondar

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